Los trastornos específicos del aprendizaje escolar constituyen un conjunto de problemas que interfieren significativamente en el rendimiento escolar, dificultando el adecuado aprendizaje del niño y la consecución de los objetivos adecuados a su edad y curso. Lo que caracteriza a este tipo de trastornos es que el déficit suele presentarse en un área concreta, no apreciándose problemas específicos en las demás áreas escolares. Los déficits más habituales hacen referencia a la adquisición de la lectura (dislexia), escritura (disgrafía) y cálculo (discalculia)
Estas alteraciones son más frecuentes en niños que en niñas y, en un primer momento, suelen pasar desapercibidas ya que los niños no sólo no presentan problemas en otras áreas escolares, sino que su rendimiento incluso puede ser superior a la media, por lo que suelen atribuirse incorrectamente a falta de madurez, problemas de atención, desmotivación, etc.